La curiosidad
es el estímulo más poderoso para el desarrollo cognitivo. Ser curioso implica
estar consciente y abierto a investigar las cosas que nos rodean, permitiendo
la búsqueda de la novedad.
En los últimos años, la
neuropsicología ha descubirto que la curiosidad libera dopamina,
neurotransmisor que funciona en nuestro sistema nervioso central y que se
asocia con la mejora de la observación y la memoria. Además, la curiosidad
promueve la motivación intrínseca, permitiendo que el aprendizaje sea profundo
y duradero.
A continuación, se
presentarán algunas propuestas orientadas a una práctica docente que despierte
la curiosidad de sus estudiantes, así como al final, se anexarán links* que
llevarán a lecturas para profundizar más en el tema.
*LINKS:
http://asociacioneducar.com/aula-curiosa
http://asociacioneducar.com/aula-curiosa2
http://asociacioneducar.com/aula-curiosa3
Fuente: El aula curiosa y el aprendizaje (Roberto Rosler,
Asociación Educar para el desarrollo humano).
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